WSOF y su recolección de cartuchos quemados
- Samuel Prieto Rodríguez
- 15 ene 2015
- 3 Min. de lectura
Samuel Prieto R.

Muy abajo en tamaño, proyección e impacto, la tercera liga más importante de las Artes Marciales Mixtas en Estados Unidos iniciará su 2015 este sábado. Sin embargo la nota de mayor impacto no está por ahora arriba del decágono de World Series of Fighting sino en los anuncios de contratación. La que están anunciando con bombo y platillo es la del semipesado brasileño Thiago Silva (16-3-2 NC)

Lo cuestionable para esa liga con sede en Estados Unidos, país donde la reputación suele contar mucho, es que el personaje que está integrando a sus filas tiene un historial con bastantes episodios muy negros. El 23 de septiembre pasado fue despedido por segunda vez del Ultimate Fighting Championship luego de que su ex esposa, Thaysa Kamiji, lo exhibió con tres vídeos en YouTube en los que aparece visiblemente drogado y en posesión de un arma de fuego, combinación altamente peligrosa de violencia familiar.
Como decíamos, esa fue la segunda ocasión en que se le rescindió el contrato con la liga de Artes Marciales Mixtas más importante del planeta. La primera fue en febrero luego de que llegó intoxicado a un gimnasio de Brazilian Jiu Jitsu en Oakland Park, Florida, y amenazó con disparar contra 25 personas incluyendo a su ex cónyuge quien tenía una relación con el dueño de ese centro de entrenamiento. Ella contó que el peleador la amenazó directamente poniéndole la pistola en la boca. La situación se resolvió cuando un equipo SWAT logró someterlo con la descarga eléctrica de un taser.

Había sido readmitido para subir al octágono porque la fiscalía retiró los cargos dado que su acusadora abandonó el país por temor, lo que impidió el avance del proceso legal. Para el presidente de WSOF, Ray Sefo, eso es suficiente: "él no fue condenado. En mi opinión es inocente hasta que se demuestre lo contrario. El tipo es un gran luchador por lo que queremos darle una oportunidad".
En el ámbito deportivo los antecedentes de Silva también son de descrédito. Fue despojado de su victoria sobre Brandon Vera (13-7-1 NC) del 1 de enero de 2011 por su burdo intento de engaño a la prueba antidoping para la que entregó orina no humana, tras lo que además fue suspendido por un año. Ya de regreso, el 10 de noviembre de 2012 obtuvo el triunfo sobre Stanislav Nedkov (12-1-1 NC) que también se le retiró al dar positivo por marihuana.

En fin que Thiago Silva ya está dentro y hará su aparición en el decágono el próximo 28 de marzo en una de dos peleas cuyos ganadores disputarán el primer campeonato semipesado de World Series of Fighting.
Por lo pronto el calendario de combates de esa empresa iniciará este sábado sin mayor impacto en el terreno deportivo ni cinturones en juego. En el pleito estelar el ex contendiente al título de los welter del UFC, Jake Shields (30-7-1-1 NC), buscará el derecho de retar por el de WSOF cumpliendo el requisito de vencer a Brian Foster (22-6).

El campeón de esa división es otro ex del UFC, Rousimar ‘Toquinho’ Palhares (17-6), ampliamente conocido por ser un talentoso especialista en los dolorosísimos heel hooks, llaves a los pies propias del Brazilian Jiu Jitsu, pero también por su marcada tendencia al comportamiento antideportivo porque ha incurrido varias veces en no soltar la sumisión a su oponente aun cuando éste tapea o el referee lo indica.
Esa fue, de hecho, la razón por la que terminó despedido y vetado de por vida del Ultimate Fighting Championship luego de su contienda contra Mike Pierce (17-6) a quien venció en sólo 31 segundos el 9 de octubre de 2013 y le dejó un esguince en el ligamento colateral medial de la rodilla y una rotura en el externo del tobillo, lesiones de las que tardó más de un año en recuperarse.

Cuando Palhares firmó contrato con WSOF, Ray Sefo le dejó en claro que no toleraría esa conducta. Sin embargo tanto en el combate contra Steve Carl (21-4) a quien le arrebató el cinturón como en el enfrentamiento con Jon Fitch (26-7-1-1 NC) en su primera defensa del título, el fantasma de la duda sobre su conducta al no soltar de inmediato a sus oponentes de una sumisión tan dolorosa no tardó en aparecer.
Por ahora, un problema importante que enfrenta World Series of Fighting es que formar peleadores desde la base y volverlos populares es una inversión complicada y de largo plazo, así que en el camino debe conformarse de repente con atraer a la maltrechas figuras que desecha el UFC y Bellator MMA tampoco quiere en su nómina.
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