Jones el del escándalo
- Samuel Prieto R.
- 21 ene 2015
- 3 Min. de lectura

Para tranquilidad de todos, el campeón de los semipesados del UFC afirma con todas sus letras: "no soy un adicto a la cocaína en ninguna de sus formas. Ni siquiera soy un usuario frecuente. Simplemente tomé una decisión muy tonta y en realidad sólo quedé atrapado con los pantalones abajo en toda esta situación”. Relacionó el resultado de su prueba antidoping sorpresa con el de una noche de fiesta que salió inusualmente mal.
El director ejecutivo de la Comisión Atlética de Nevada, Bob Bennett, confirmó ya que en los exámenes posteriores al UFC 182, Jon ‘Bones’ Jones salió limpio de todo tipo de sustancias prohibidas tanto de competencia como recreativas.
Sin embargo el asunto va mucho más allá de que tenga o no una dependencia a esa droga, lo que ya es en sí un problema. Al final del día, la primer característica de un adicto es que niega serlo y es justo ahí donde entra la muy peligrosa y en muchas ocasiones injusta percepción. ¿Le creemos? La manera en que se manejó el asunto a la luz pública no ayuda mucho.
Por ejemplo, ¿por qué anunció entonces que ingresaría a un centro de rehabilitación? Maniobra que al hacerse pública tuvo 2 efectos negativos: entrar a una institución de ese tipo implica la aceptación de un problema. Salir de ella al día siguiente se ve inevitablemente como una burla.

"Fue una decisión colectiva con algunos de mis socios de negocios. Ellos pensaron que sería bueno. Yo les dije de inmediato 'no tengo problemas con las drogas, me sólo quedé atrapado'. Ellos dijeron 'Jon, no sabemos si tienes un problema de drogas o no. Escucha, ¿y si vas a rehabilitación y dejas que ellos decidan si estás sano?' Así que fui a un centro de rehabilitación y me hicieron una evaluación de 24 horas en la que hablé con 3 médicos durante casi 7 horas", contó Jones en una entrevista transmitida por Fox en Estados Unidos.
"Llegaron a la conclusión de que no era necesario dejarme hospitalizado así que me pusieron en una casa ambulatoria. Me alojé allí con un montón de adictos. El consejero me envió a casa y me dijo 'Jon, yo realmente creo que ha cometido un gran error y que usted no tiene que vivir aquí con nosotros a tiempo completo'". Acordaron que asistiera periódicamente para hacerse la prueba de drogas y darle seguimiento pero el daño en la percepción pública ya estaba hecho.
El manejo del tema por parte de la Comisión Atlética de Nevada fue otro desatino. Por principio de cuentas el propio órgano regulador aceptó que no debió incluir drogas recreativas en el antidoping practicado un mes antes de la pelea porque no estaba en competencia. Después informó el resultado únicamente al Ultimate Fighting Championship que decidió mostrárselo al peleador y además hacerlo público hasta después del evento.

"Hay muchas preguntas que yo, mi equipo, mis abogados, estamos tratando de averiguar", dijo Jones, sobre esta situación. "En este momento no voy a comentar si voy a tomar medidas contra ellos (la Comisión Atlética) o no".
Por su parte el UFC le impuso una multa de 25 mil dólares por violar su código de conducta, castigo que se vio también como un chiste considerando que esa cantidad es apenas el 5 por ciento de los 500 mil que ganó en su pelea contra Daniel Cormier sin contar el bono de 50 mil que recibió como premio a la pelea de la noche y otras ganancias por patrocinios.
"Definitivamente no tengo una excusa", admitió el monarca considerado como el mejor peleador libra por libra de la actualidad. "Mi mensaje a mis fans es que lo siento", y dejó en claro que "las mejores maneras en que puedo volver de esto realmente, son seguir siendo un ganador y no dejar que esto suceda de nuevo. Y sólo para aprender. No es una derrota si se aprende algo".
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