La batalla de Estocolmo
- Samuel Prieto R.
- 23 ene 2015
- 3 Min. de lectura

En el papel, todo está dado para que el rankeado número 1 de los semipesados, Alexander Gustafsson (16-2), obtenga su esperada revancha contra Jon 'Bones' Jones (21-1) en un nuevo intento de arrebatarle la supremacía de la división. El escandinavo ya había enfrentado al neoyorquino el 21 de septiembre de 2013. Ahora, la aduana es Anthony 'Rumble' Johnson (18-4), actual ocupante del sitio 3 en el ranking.
Revisemos los contextos. La noche de UFC este sábado será en Estocolmo, Suecia, territorio de Gustafsson, acostumbrado a las temperaturas invernales que en ese lugar del planeta registran 5 grados centígrados bajo cero con absoluta normalidad y en donde goza de la calidez que le brindan sus paisanos y seguidores. En la Tele2 Arena se espera la presencia de unas 30 mil personas.
Johnson, en cambio, ha tenido que pasar algunas semanas ahí para aclimatarse a un ambiente muy distinto del que goza en el caluroso sur del estado de Florida donde vive y entrena con el prestigiado equipo de los Blackzilians. "Es un maldito frío aquí", comenta, "pero no es como Rocky cuando va a Siberia para entrenar a Drago. No hay trineos con perros o montones de nieve aquí, pero hay mucho hielo".
El claro favorito, Alexander Gustafsson, es un monstruo de 6 pies y 5 pulgadas (1.95 metros) con las características propias de sus orígenes que se remontan a la época de los guerreros vikingos. Aun así, su aspecto no es imponente. Con 27 años de edad y la sonrisa que lo identifica, da la imagen de un amable y hogareño hombre de familia.

Ya arriba del octágono, con la puerta cerrada y la atención dirigida únicamente a su adversario, la principal ventaja táctica del sueco es el poder de golpeo combinado con su estatura y por lo tanto su alcance. La estrategia previsible de Johnson para contrarrestar eso con sus 6 pies y 2 pulgadas (1.88 metros, 7 centímetros menos que Gustafsson), es el combate mucho más en corto y en el piso, territorio en que tiene una experiencia amplia y sólida aunque aclara: "no estoy preocupado por su altura o alcance. Me llevé a mi chico de Holanda, Colin George, un kickboxer de seis pies y ocho pulgadas que tiene un stand-up increíble. Tengo mucha confianza en entrar en esta pelea".
Una buena característica en la expectativa de este combate es que su promoción no está ensombrecida por una guerra de fanfarronerías. El anfitrión únicamente retó al estadounidense a someterse, igual que él, a una prueba antidoping voluntariamente. 'Rumble', por su parte, se refiere al escandinavo con respeto: "él vuela por debajo del radar. Incluso después de ir con Jon Jones a aguas profundas, la gente todavía no le tiene el tipo de respeto que él merece".

Y claro, afirma que aun con prácticamente todo el contexto en contra, tiene todo para conseguir el triunfo. Su receta, la humildad y esfuerzo. "Cuando estás empujado por las personas que creen en ti más de lo que crees en ti mismo, entonces que deberías poner tu cabeza hacia abajo y ponerte a trabajar. Tan pronto como se anunció esta pelea con Gus, ha sido trabajo, trabajo, trabajo". Anthony 'Rumble' Johnson no tiene mucha experiencia en peleas a 5 rounds pero dice que, si es necesario llegar a ellos, tiene suficiente gas.

En el duelo coestelar, también la mesa parece puesta para que el iraní radicado en Holanda, Gegard Mousasi (35-5-2), estrella con 29 años de edad y bastante potencial, no tenga un duelo fácil pero sí una victoria frente al legendario veterano estadounidense Dan Henderson (30-12) de 44 años y cercano al final de su carrera como combatiente. Ambas figuras vienen de perder sus contiendas anteriores. Mousasi frente a su amigo Ronaldo 'Jacaré' Souza y Henderson a manos de Daniel Cormier.
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